sábado, 19 de septiembre de 2009


Se dice de la adaptación hedonista que es una capacidad intrinsecamente humana. Se trata, a grandes rangos, de que las personas nos solemos acostumbrar tanto a las cosas positivas como negativas que nos suceden. Claramente, esto es recomendable en el caso de sufrir cosas negativas, como el término de una relación, despido, crisis económica o problemas de salud. Pero esto se vuelve complicado cuando nos adaptamos fácilmente a las cosas buenas. Deseamos mucho tener un vestido, un par de zapatos, una casa o incluso un auto; y luego, a las semanas, ya queremos un vestido más caro o una casa más grande. El detalle en todo esto, es que debemos aprender a disfrutar de las pequeñas cosas y no "acostumbrarnos" con tanta rapidez. Si tenemos la posibilidad de viajar, luego de estar 19 meses esperándolo, mínimo que no nos acostumbremos al segundo día y que podamos disfrutar de lo bello que es ver la bandera albiceleste flameando, el obelisco con su imponente forma, bajo ese profundo cielo azul junto con las nubes blancas como algodón.. Y ese aire dulce, ese sabor porteño. Aquél viento helado que no causa frio, hielo que envuelve, calor que apacigua el alma.

Tango sonando por las calles ansiosas de gente, con ese eterno candor del acento lacerante, junto con miradas profunda que traspasan.. La pasión, ese fuego eterno.

Y mientras mis labios siguen dormidos, pienso en todo lo vivido.

Creo que la "adaptación hedonista" es algo que se puede manejar. Tenemos la capacidad de controlar ese aspecto de nuestra vida y es muy cierto que la felicidad depende de nuestras acciones deliberadas.

Es por eso, que a pesar de todo, te eligo. No me arrepiento de lo vivido.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Predicador boliviano secuestró avión en México


Amenazó con hacerlo explotar y exigía hablar con el presidente Calderón. Dijo que había recibido una revelación divina, porque hoy 9/9/09, al revés es 666, una referencia bíblica del anticristo. Las autoridades lo describieron como drogadicto, alcohólico y con antecedentes penales.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Felices VeintiSiempre

Y llegaron los 21... Si bien no deja de ser un lindo número, es inevitable no sentirme viejita. Lo bueno de todo esto, es que por primera vez en muchos años, tuve una muy buena celebración, sin percanses de ningún tipo (y vaya que había tenido).
Viernes. 21.30. Sede: Casa Danny.
Muy lindo todo, los amigos de siempre, los precisos. A pesar que casi incendiamos la casa, fue muy agradable estar conversando hasta las 5.30 am, pasando por lapsos mentales heavy de disvarios y demases. Creo que subí como tres kilos entre torta, pizza y cerveza, pero cuando este muriendo del dolor haciendo pilates para bajarlos, recordaré lo lindo que fue todo. El clima ha sido lejos el mejor de los últimos años. Nubes, lluvia, frio, pedazos de cielo.. Hermoso. Creo que nunca habia llovido para mi cumpleaños, y creo que fue un regalo del cielo. Estoy segura que este año será muy productivo y lleno de mil cosas buenas.
Sábado. 22.00. Sede: Teatro Caupolican. Acompañante: Panshu
Nuevo dia de lluvia, simplemente divino. Partido de Chile de fondo. Empate a 2.
Lo que se venia era el recital de Babasonicos. Lo único malo es que no es bueno ir un dia de lluvia a un concierto. Entre el paragua, la bufanda y la parka, me costaba un poco intentar no perder nada.
00.00. Babasonicos al escenario. Es cierto que me asfixió ese ambiente tan "alterno", la verdad es que hubiese golpeado con mi paragua a un par de personas, pero ver a la banda en el escenario, me hizo olvidar mis pensamientos sádicos. Y que decir del guitarrista... Y de mis gritos de "ricoooo" para él, que tenía que soportaba mi Panshu. Pequeño, sabes que sólo fue la emoción del concierto, nada más.
Tocaron todos los temas que quería escuchar. Locura total en "Irresponsable", junto con ese canyengue propio de los argentinos en "Putita". Y que decir de "Microdancing" con mi guitarrista al mando, paseando y bailando por el escenario.
Balance final: Aprobado con excelencia.
Muy buena compañía de todos mis amigos. Rica comida. Lindos regalos. Uno que otro saludo ausente, lo supongo tendré que entender. Y bueno, también me hubiese gustado compartir con más gente, pero entiendo que esta lluvia de cumpleaños lo hizo un poco díficil.
Gracias a todos los que estuvieron conmigo