Aún tengo presente en sabor de tu sangre en mis labios.. Tu calor, tu piel, tu sabor.. El sudor que bañaba tu cuerpo, la ansiedad que aceleraba cada vez más tus movimientos. Tus venas ardiendo de pasión, esa sangre eterna que palpita al ritmo de mi corazón.
Y aquel sonido evocante, de ensueño.. Que acelera mi respiración desde los primeros acordes.. Imponente bandoneón que llena todo con sus sonidos melancólicos y profundos.. Nuestros cuerpos, nuestra eternidad, nuestra candencia.. Es increible la forma en que mi vida pasa delante de mis ojos.. Sonidos, sueños, pasiones e ilusiones. Todo junto, todo muy bien combinado. De alguna forma, elegí esto. Elegí unir mi vida a algo que no tiene explicación. Escogí cumplir con lo que Louis y Claudia no pudieron, recuerdas? . Con los recuerdos vívidos en mi mente, puedo ver el futuro. Sé lo que me espera. Sé que estarás allí para acompañarme.. Porque fuimos uno, como bien dice la la canción que conoces.
Semana intensa. Lágrimas, dolor, pasión, tango, sudor, sangre, vampiros y eternidades.
El Eros y el Thanatos deambulando juntos en la misma calle, en la misma esencia de mi alma perdida en tu mirada. Sabes que lo perverso de todo esto es el deseo.. Ese mutuo sentimiento que aflora aunque nosotros no queramos.. Que nos hace desaparecer en el abismo silencio entre las llamas del averno.. Si.. Ambos arderémos juntos hasta que los ángeles perdonen nuestras blasfemias y me devuelvan mis alas.. Alas que muy bien conoces, que has dibujado una y otra vez en mi espalda.