WithoutSoul

Las manchas de tu blanco ajuar las puedes borrar, resulta casi mágico la facilidad con la que desaparecen.. Pero qué hacer con las manchas que quedan en tu piel? Es cierto que muchas veces se dan todos los elementos para que las cosas sucedan. La conjunción de planetas de alineó a la perfección entre el Fuego y la Tierra. Los resultados fueron los esperados, la fusión no tardó en llegar.. El vacio se apoderó luego de todo el lugar. Algunas manchas, quizá las más visibles, se lavaron; pero quedaron las que laceran con el dolor del vacio.

No hay nada. Nunca lo hubo. Quizá nunca lo habrá.

Pero qué es lo que dule? Qué inquieta de la situación? Las estrellas sabían lo que iba a suceder. De seguro más tarde que temprano ocurriría.. No había sido acaso el Fuego el elegido en primaveras anteriores? Pero la confusión aumentó y muchos de los sentidos se durmieron. Lo paradójico de la situación es que no puede existir el arrepentimiento en la vacio. Y aunque existiera, no aliviaría en nada las heridas que quedaron.

Y a nadie le importa. A nadie nunca le importó.

Sus ojos adquirian la tonalidad del lugar, brillaban con una dulzura estremecedora. Sus ojos resplandecían a la luz del sol, entre aquellas sábanas manchadas de pecado y sudor.. Será que los ecos dicen la verdad? Por qué sus ojos no me miran en profundidad? Hay mucho más detrás de ellos, querido. Las palabras ya no importan.. La sensación de irrealidad me hiela la piel y no logro comprenderlo, cómo algo que fue tan vívido parece desvanerse en paisajes de oscura sórdidez? Hay palabras que ya no quiero oir. Hay situaciones que no quiero volver a recordar. Hay sentimientos que nunca florecerán.

La pérdida más considerable de estos dias, no fue la sangre del ajuar, fue mi alma que quedó olvidada en algun rincón, muy lejos de mi.