Es un día nublado dentro de mi mismo,
en mi mente las tormentas acarician lo absurdo.
Lluvias de tristeza se alzan en ésta y otras tierras,
creando ríos indeseados, necesarios para nutrirnos.
Nada importa, nada llena, nada emociona.
Todo provoca, todo duele, todo asusta.
Triste inconsciencia de temerle a la vida,
locura incomprensible de dos almas muertas.
Un balazo directo a la mente, perdida confianza.
Descuidado corazón, peleando siempre sin motivo.
Y sin embargo siempre vuelvo a intentar salvarte,
interponiéndome entre tú y la muerte que trae esa lanza.
Nada importa? Desprotegido imbécil,
alma heroica de una época de héroes muertos.
Cuando el bien y el mal se mezclan no sabes a donde correr,
cuando el miedo te absorbe y la locura te deja ciego.
Pastilla divina que envenenas con tu luz,
temblores internos que te humillan al suelo.
Malvenida compañera, indecisa en tu estúpida seguridad.
Placer hueco de una muerte que expiró por falta de incentivos.
Todo importa, todo llena, todo sirve, descontrola.
Tú importas, y tú también, todos somos, porque está escrito;
porque el "ser" es gratis y porque vivir es lo que intentamos a diario.
Santo malévolo que cuidas mi espalda...
...cuando llegue tu hora yo seré tu verdugo, lo prometo.
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