jueves, 31 de julio de 2014

Invisible - Spinetta.

El vino entibia sueños al jadear
Desde su boca de verdeado dulzor
Y entre los libros de la buena memoria
Se queda oyendo como un ciego frente al mar.

Mi voz le llegará
Mi boca también
Tal vez le confiaré
que eras el vestigio del futuro.

Rojas y verdes luces del amor
prestidigitan bajo un halo de rouge
Que sombra extraña te ocultó de mi guiño
que nunca oiste la hojarasca crepitar?

Pues yo te escribiré
Yo te haré llorar
Mi boca besará
toda la ternura de tu acuario.

Más si la luna enrojeciera en sed
O las impalas recorrieran tu estanque
No volverías a triunfar en tu alma?
Yo sé que harías largos viajes por llegar.

Parado estoy aquí
Esperándote
Todo se oscureció
Ya no sé si el mar descansará...

Habrá crecido un tallo en el nogal
La luz habrá tiznado gente sin fe
Esta botella se ha vaciado también
Que ni los sueños se cobijan del rumor.

Licor no vuelvas ya
Deja de reir
No es necesario más
Ya se ven los tigres en la lluvia

2 comentarios:

Pam de Pointe du Lac dijo...


Lo bueno de ser invisible a ciertos ojos te da fuerza para soportar cualquier cosa. Creo que pasa por algo más que educación, es ser gente, es comportarse con lo mínimo que se puede esperar de un ser humano. Y si no tenemos eso.. Vamos directo a la hecatombe.
Cuál es el problema? Simplemente que este tipo de actitudes, no resueltas y repetidas en el tiempo, provoca otras que sí importan y generan daño. El no ponerle un alto, causa daño.

Lo bueno de ser invisible, es que nadie me extrañará.

Anónimo dijo...

Los libros de la buena memoria