Una de las cosas que más me dolió, fue fallarte.

Tuve tu ayuda cuando más lo necesité y me diste las fuerzas precisas cuando creí que ya no podía más..

Madre de todos los hijos de la noche, me guiaste a reconocer aquella criatura que marcó mi destino para siempre.

Marcas de fuego, inherentes en mi piel, propias de mi sangre
Me envolviste con tu luz, cálida y fria a la vez y, entregada en tu magia.
me dejé caer en tu abismo de ardiente pasión
Lo sabes. Sólo tu lo sabes.

Y ahora, entre espasmos de tibia sensualidad, me devulves aquel calor
de las noches de verano.
Ayúdame nuevamente a seguir mis destino
Destino que tú misma me has ayudado a cumplir.

Acómpañame en estos nuevos meses de espera
Que la espera desespera
Y algo de calma necesitaré