jueves, 3 de noviembre de 2011

Las cosas nunca son como uno espera. Me gustaria saber si entre los pasadizos de mi cuarto ventriculo se encuentra la magia que transforma los deseos en realidad. Y no es que mis fantasias sean como reflejos simétricos de J.Cortazar, son cosas tan simples que llegan a cansar de lo aburrido. Y todo se enfría. Se enfría y se rompe. Se enfría, se rompe y no se recupera jamás. Y duele.